jueves, 11 de junio de 2009

Nada es imposible



Durante décadas, los poderes de la mente han sido cuestiones asociadas al mundo "esotérico", cosas de locos. La mayor parte de la gente desconoce que la mecánica cuántica, es decir, el modelo teórico y práctico dominante hoy día en el ámbito de la ciencia, ha demostrado la interrelación entre el pensamiento y la realidad. Que cuando creemos que podemos, en realidad, podemos.

El estudio sobre el cerebro ha avanzado mucho en las últimas décadas mediante distintos procedimientos de estudio. Generalmente se conectan electrodos y se determina dónde se produce cada una de las actividades de la mente. La fórmula es bien sencilla: se mide la actividad eléctrica mientras se produce una actividad mental, ya sea racional, como emocional, espiritual o sentimental y así se sabe a qué área corresponde esa facultad.

Estos experimentos en neurología han comprobado algo aparentemente descabellado: cuando vemos un determinado objeto aparece actividad en ciertas partes de nuestro cerebro... pero cuando se exhorta al sujeto a que cierre los ojos y lo imagine, la actividad cerebral es ¡idéntica! Entonces, si el cerebro refleja la misma actividad cuando "ve" que cuando "siente", llega la gran pregunta: ¿cuál es la Realidad? La respuesta es que el cerebro no hace diferencias entre lo que ve y lo que imagina porque las mismas redes neuronales están implicadas por lo tanto, para el cerebro, es tan real lo que ve como lo que siente.

En conclusión, nosotros creamos nuestra propia realidad mediante el pensamiento. Así que si creemos que podemos hacer algo ¿Porqué no podríamos?

jueves, 4 de junio de 2009

El pez con los ojos en el interior de su cráneo


Este pececito es uno de los animales más raros que se pueden encontrar. El Macropinna microstoma es la única especie de pez del género Macropinna, perteneciente a la familia Opisthoproctidae. Es reconocible por su cabeza transparente en oposición a la opacidad del resto del cuerpo. Vive entre los 600 y 800 metros de profundidad.
Los dos orificios oscuros sobre la boca son sus conductos olfativos, los ojos son las dos esferas de color verde que se ven en el interior del cráneo transparente. El pez también es conocido como “Barreleye” u “Ojobarril”, porque también tiene la peculiaridad de que sus ojos no son esféricos si no cilíndricos.


M. microstoma es conocido por la ciencia desde 1939, al ser descubierto por Chapman, pero hasta el 2004 no se sabía que su cabeza era transparente, dado que los primeros dibujos no lo mostraban, pues esta cabeza se descomponía al ser sacada de las profundidades marinas con las redes y llegaba demasiado deteriorado. Pero ya en 2004 se consiguió fotografiar vivo.
Este pez dispone de unos ojos tubulares, muy sensibles a la luz. Su peculiaridad es que ambos ojos pueden rotar, literalmente, dentro del cráneo y permiten al pez observar lo que sucede por encima de él, de frente o a ambos lados, los puede mover en todas las direcciones, mientras que en otras especies los ojos tubulares son fijos y están anclados al cráneo. Este hecho le permite ampliar el limitado campo de visión propio de los ojos tubulares. Pero para poder moverlos en todas direcciones se necesita que el cráneo sea transparente, siendo este el motivo de tan peculiar característica.